El pasado 28 y 29 de junio, el estadio Manuel Díaz Vega de Oviedo acogió la novena edición de la Women’s Flag Bowl, el torneo femenino de flag football más prestigioso de España.
Ocho equipos de todo el país se dieron cita en un fin de semana cargado de emoción, competición y espíritu deportivo. Entre ellos, y por primera vez en esta competición, participaron las Plasencia Ducks, que no solo debutaron, sino que firmaron una actuación memorable.
El torneo arrancaba con una exigente fase de grupos, en la que cada equipo debía disputar cinco partidos —dos de ellos de intergrupo— durante la jornada del sábado. Las Ducks fueron encuadradas en el Grupo A y su primer encuentro fue contra Tenerife Blood Dragons. Con nervios y falta de ritmo inicial, el debut se complicó más de lo previsto, pero gracias a un esfuerzo titánico, lograron una victoria in extremis con una gran anotación de Nerea García en la prórroga por 21-20.
Sin embargo, el segundo partido enfrentó al conjunto placentino con uno de los grandes favoritos, Oviedo Phoenix, quienes a la postre se coronarían campeonas del torneo. Fue el único partido en el que las Ducks se quedaron sin anotar, cayendo por 18-0. Pero lejos de venirse abajo, esa derrota sirvió de punto de inflexión.
A partir de ahí, el equipo fue de menos a más. Pese a contar con una plantilla extremadamente corta —solo seis jugadoras disponibles— y varias de ellas visiblemente mermadas por lesiones, las chicas de Ducks dieron una auténtica lección de carácter y entrega. Derrotaron al vigente campeón, Gijón Mariners, por 12-7, en un encuentro muy físico. Luego se impusieron con solvencia a Alcobendas Cavaliers por 25-14, y cerraron la jornada venciendo en otra emocionante prórroga a Camioneras de Coslada tras un gran último drive y un espectacular catch en el punto extra para dar la victoria por un 14-13.
Con un balance de 4 victorias y solo 1 derrota, Plasencia Ducks se clasificaba segundas de grupo y conseguían un pase a semifinales tras una jornada excepcional pese a las lesiones.
En las semifinales esperaba Capitals, un equipo muy físico y experimentado. A pesar del evidente desgaste físico acumulado y de las bajas, Ducks plantaron cara en todo momento. Pelearon hasta el final, pero el cansancio y las lesiones pesaron demasiado, y finalmente cayeron por 20-12 en un partido donde dejaron claro que no iban a regalar nada.
Tocaba entonces disputar el tercer y cuarto puesto. Y como si de una revancha emocional se tratara, el rival era de nuevo Gijón Mariners. A pesar del cansancio extremo, las chicas sacaron fuerzas de donde ya no quedaban y volvieron a vencerlas, logrando un tercer puesto que sabe a hazaña.
El papel de Plasencia Ducks en esta IX Women’s Flag Bowl fue mucho más que deportivo. Fue una demostración de valentía, sacrificio y unión. El esfuerzo del coach, cuerpo técnico y el compromiso de todas las jugadoras, y el carácter mostrado en cada jugada, convierten esta participación en una auténtica gesta.
Mención especial para Patri, que se unió como refuerzo y fue clave tanto dentro como fuera del campo, aportando experiencia, calidad y entrega al equipo. Y por supuesto, un reconocimiento al entrenador, que supo gestionar una situación muy complicada con maestría y tranquilidad.
